Cuando piensas en abrir o reformar tu cocina profesional, probablemente no pongas la plancha como prioridad número uno.
Error.
La plancha es el campo de batalla de muchísimas cocinas: carnes, pescados, verduras, sándwiches, desayunos… Si se te queda corta, si se estropea, si tarda en calentar, estás jodido.
Y ahora la buena noticia: no hace falta comprarla.
¿Por qué alquilar una plancha en lugar de comprarla?
Porque la rentabilidad no está en poseer, está en operar sin interrupciones. Y alquilar te da justo eso:
- Pagas mes a mes. Tu liquidez respira.
- Te olvidas del mantenimiento. Si se estropea, te traen otra.
- Accedes a tecnología top sin arruinarte.
- Pruebas sin compromiso: si no funciona para ti, la cambias.
¿Qué tipo de planchas puedes alquilar?
Desde las básicas de cromo duro hasta las de doble zona y regulación independiente. Las hay con planchas inclinadas, lisas o mixtas, gas o eléctricas. Si no sabes cuál necesitas, no improvises: pregunta a quien sabe.
La clave: el proveedor
Una plancha puede costar desde 30 € a 90 € al mes, dependiendo de lo que pidas. Pero si te toca uno de esos proveedores que tarda 3 semanas en traerte una pieza… la plancha no es lo que vas a querer estampar contra la pared.
Por eso, empresas como Santa Sed se están llevando la partida:
🛠️ Mantenimiento incluido
🚚 Instalación gratuita
🧠 Asesoramiento real, no el “coge esta que es la que más vendo”
🧯 En resumen:
- No necesitas comprar una plancha de 1000 € para empezar.
- Puedes alquilarla, ponerla a trabajar mañana, y ver si cumple.
- Y si no lo hace, la cambias. Sin dramas.
La pregunta no es si deberías alquilarla. La pregunta es por qué no lo estás haciendo ya.