Te cuento una historia real.
Un tipo monta una cafetería. Compra todo el equipamiento: horno, cafetera, cámaras frigoríficas… 30.000 euros de golpe. En el mes tres ya está pidiendo un crédito porque le petó el lavavajillas. Y encima, el horno consume luz como si lo hubiese diseñado Endesa.
Ese tipo no sabía que existe el renting de maquinaria. Y si lo sabía, le pudo el ego.
Pero tú no eres ese tipo. ¿Verdad?
El alquiler de maquinaria no es para los que no tienen dinero.
Es para los que tienen dos dedos de frente.
Porque…
¿Por qué demonios comprar cuando puedes alquilar?
- Liquidez, amigo: No dejas un riñón en el primer mes. Usas ese dinero para marketing, para pagar sueldos, o para sobrevivir a agosto.
- Flexibilidad total: Empiezas con lo justo y vas subiendo nivel cuando el local empiece a petarse de clientes.
- Tecnología de la buena: Alquilas y te ponen el último modelo. No te comes los marrones de la obsolescencia.
- Mantenimiento incluido: Si se rompe, lo arreglan. Tú a seguir vendiendo.
- Y sí, también hay ventaja fiscal: Gastos deducibles, sin amortizaciones, sin líos contables.
Cómo funciona este invento
- Dices lo que necesitas.
- Te mandan presupuesto y condiciones.
- Lo firmas. Instalan. A currar.
- Cuando se acaba el contrato, o lo renuevas o les dices: «Gracias, adiós.»
¿Y fiscalmente? Una delicia.
- Lo metes como gasto, y punto.
- No te comes marrones contables.
- Te desgravas el IVA si estás en régimen general.
No necesitas un máster para entenderlo.
Historias reales: gente que alquiló y vivió para contarlo
Restaurantes que abrieron sin fundirse todos sus ahorros.
Empresas que sobrevivieron al verano sin tener que venderle un riñón a su primo.
Locales que pudieron cambiar el horno cuando salió uno mejor, sin dramas ni hipotecas.
Tendencias que vienen fuerte
- Equipos más verdes que la ensalada de kale del menú.
- Maquinaria conectada. Inteligente. Que te avisa antes de joderse.
- Contratos personalizados. Casi como tener un sastre, pero con lavavajillas.
¿Con quién alquilar (si tienes dos neuronas activas)?
Hay empresas, sí. Pero si buscas una opción que no te de dolores de cabeza desde el minuto uno, apunta: Santa Sed.
✔ Transporte e instalación gratuita
✔ Mantenimiento incluido
✔ Y un catálogo que hace que se te olviden las ofertas de segunda mano
No solo te alquilan maquinaria, te quitan marrones. Y eso, en hostelería, vale oro.
¿Cuánto cuesta?
Depende de lo que pidas. Como todo.
Un horno puede rondar los 150–300 €/mes.
Una cafetera decente, igual.
Haz números. Verás que compensa.
¿Cómo elegir la maquinaria?
No seas el típico que mete una cocina industrial en un local de 20 metros.
- Mide.
- Calcula.
- Prioriza eficiencia energética.
- Exige soporte técnico.
Porque cuando se rompa en viernes por la noche, querrás a alguien que coja el teléfono.
Errores de principiante (que no cometerás)
- Firmar sin leer. No lo hagas.
- Elegir por precio sin pensar en tu volumen real.
- Suponer que el mantenimiento va incluido. Asegúrate. (Spoiler: en Santa Sed va incluido.)
Y si todavía dudas entre comprar o alquilar…
Comprar | Alquilar | |
Inversión inicial | Alta | Baja |
Flexibilidad | Nula | Total |
Obsolescencia | Alta | Cero |
Mantenimiento | Lo pagas tú | Lo pagan ellos |
Ventajas fiscales | Amortización | Gasto deducible directo |
Si tienes claro lo que necesitas, el renting es como llevar el cinturón de Batman: todo lo que necesitas, justo cuando lo necesitas. Sin arruinarte en el proceso.
¿Vas a ser de los que lo descubren a palos o de los que lo aplican a tiempo?
Haz lo que quieras. Pero que no sea por ignorancia.